La Declaratoria de Herederos es un proceso legal que se lleva a cabo en los tribunales, donde un juez determina quiénes son los herederos de una persona fallecida y les reconoce el derecho de disponer de la herencia y los bienes que la componen.
Este trámite es necesario cuando una persona fallece dejando bienes, derechos o acciones, y es fundamental para que los herederos puedan hacer uso de ellos legalmente.
Los herederos son determinados según un orden establecido por la ley, que considera la estructura familiar del fallecido. Por ejemplo, en primer lugar en la sucesión están los descendientes, es decir, los hijos. Si los hijos han fallecido, pueden ser los nietos o bisnietos quienes hereden. En segundo lugar, si no hay descendientes, heredan los ascendientes: primero los padres, y si no, los abuelos. Si el fallecido estaba casado, su cónyuge también es considerado heredero junto con los descendientes o ascendientes, según corresponda. Solo en el caso de que no existan ni descendientes ni ascendientes, el cónyuge será el único heredero. En última instancia, y solo si no hay ni ascendientes ni descendientes, heredan los hermanos, tíos, primos, y demás parientes colaterales.
En resumen, la Declaratoria de Herederos es esencial para determinar legalmente quiénes tienen derecho a heredar los bienes de una persona fallecida, siguiendo un orden establecido por la ley en función de la relación familiar con el difunto.